domingo, 23 de febrero de 2014

Eres mi fortaleza en mi debilidad.

"Te seguiré a donde me lleves, sin adelantarme, sin forzar el paso".

La mayoría de las veces, en mi día a día voy forzando el paso, intentandome adelantar a las cosas, sin pararme a mirar a mi alrededor, a lo que me rodea. Todo es seguir con todo a cualquier precio.
Es cierto que para entrar por la puerta pequeña es necesario un esfuerzo, una constancia y mucho trabajo, pero no de la manera que yo lo hago diariamente, o si... No lo se.

He comenzado de nuevo a alejarme de ti, a marcar mis distancias y a mostrarme recelosa con todo, sobre todo lo que viene de ti. 
Si te soy sincera no tengo ni idea de que es lo que quieres de mi, a que me estas llamando o que me estas pidiendo. No se, si quiera, si doy pasos buenos que me hacen adelantar, pasos que me hacen atrasarme o simplemente voy dando tumbos sin ningún sentido y ninguna dirección.
Como estoy ahora...
¿Perdida? Quizás no es la palabra.
¿Descansando en una de las piedras del camino? Pues quizás lo que necesito son fuerzas recargadas.
¿Cambiando de camino? Quizás necesito una renovación. Romper con lo antiguo y buscar algo nuevo.
¿En búsqueda? Sí y en captura también.
¿Con ganas de más? No se si son ganas de mas o son ganas de focalizar y dar mas en ese lugar.

Después de todas estas preguntas lo único que me queda claro es que tu, a pesar de todo, a pesar de como soy y de como actúo contigo, tu eres el regalo mas grande. Que es a ti a quien quiero seguir y de quien quiero aprender. Y a pesar de mis dudas, mi desconcierto y mis mil preguntas, se que a tu lado es donde quiero estar. Y es que contigo se que lo dificil, quizás no se convierte en algo más fácil, incluso a veces, se dificulta mucho mas, pero se que es algo que no hago sola, porque pase lo que pase, tu siempre me acompañas, compartes mi carga, a veces hasta la llevas tu solo y cargas también de mi.

Eres mi fortaleza en mi debilidad.

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Gustar o ser tu?

¿Por qué me siento así? 
Cada día me cuesta mas enfrentarme a mi gran enemigo, el espejo. Le rehuyo, a el y todo aquello que refleja. Esa imagen de mi, ese reflejo de lo que se supone que soy yo. 
Quizás no es por el reflejo en si, su no por esa sensación y ese sentimiento de querer ser otra chica, de envidiar a las demás chicas por esa cara bonita que tienen, ese cuerpo o esas piernas.., sintiéndome inferior a las demás cuando se trata de ligar con chicos o simplemente de gustar...

¿Quién marca lo que es bonito o feo? ¿Quién te etiqueta como la chica que gusta o que no gusta? ¿Por qué decimos "bah, el físico no es tan importante" pero siempre es lo primero y en lo que basamos todas nuestras opiniones? 
Son preguntas que pueden ser respondidas de muchas formas, y supongo que si hoy yo rehuyo de ese reflejo, no quiero verlo y me duele el hacerlo, es porque a mi alguien me ha respondido alguna o me ha etiquetado de alguna de las maneras... Muchas veces no habrá sido a posta, otras muchas si. 

Si me paro a pensar, ya no es solo por el reflejo, la forma y el físico que se ve reflejado en el. Mi abuela siempre dice "los ojos son el reflejo del alma", y ahora que me fijo, veo unos ojos marrones apagados. Unos ojos marrones cansados, rodeados de ojeras y sin esa chispa, ese brillo especial que solía tener siempre.

Dentro de todo este caos en mi, aparece mi pequeño pepito grillo, esta vez a través de una simple conversación y me regala palabras como estas: "no tienes nada que envidiarle a esas chicas de cara bonita, tu tienes unos ojos que cautivan, una mirada que expresa cosas, a veces buenas, a veces no tan buenas, pero se te ve por dentro. Y párate a pensar y date cuenta que quizás, el que no halla brillo o chipas en tus ojos es porque estas intentando llegar a ser el prototipo que desde pequeña y con espero te han ido moldeando. 
Detrás de todo esto lo que yo veo es ese caos que enseñas a los demás que realmente es una lucha, una revelión contra todo, un ¡déjame ser como yo quiera ser, y queredme asi!"

De todo esto me nacen dos grandes preguntas que invaden mi cabeza y hacen que pase horas intentando responder y luchando conmigo misma por darle una respuesta, mas alla de la respuesta verbal.
¿De que sirve luchar y ganar siendo como soy, si no es lo que gusta?
¿De que sirve gustar si no eres tu quien gusta?


domingo, 9 de febrero de 2014

¿Podemos hacer de este mundo un lugar mejor?

¿Podemos hacer de este mundo un lugar mejor? 
Cuantas veces resuena en mi cabecita esta pregunta. Seguro que tal y como están las cosas, muchas personas me responderían con un no rotundo. Otras quizás me dirían, podríamos, pero el hambre, las guerras, la pobreza, yo no la puedo cambiar, eso solo lo pueden hacer los altos cargos, los gobernadores...con lo cual si ellos no quieren, yo no puedo hacer nada.
La respuesta que yo doy a esa pregunta es un , claro que podemos. Quizás no a grandes escalas, pero podemos hacer de este mundo un lugar mejor.
Soy partidaria de la frase "los pequeños detalles marcan la diferencia". Y es verdad. 
Se que no tengo la capacidad de hacer que la guerra desaparezca, pero si se que puedo hacer que dos de mis amigos dejen de estar peleados o que al menos se sienten a hablar y analizar la situación y ver que les ha llevado hasta ese punto.
Se que no puedo erradicar el hambre en el mundo, pero puedo comprar tres barras de pan cada viernes y hacer con ellas nueve bocadillos, que serán la cena de alguien que quizas lleva un día sin comer o que es la mejor comida que va a comer a lo largo de la semana.
Se que la soledad es algo difícil y mas cuando te haces mayor y sientes que la sociedad ya no cuenta contigo o no se acuerda de ti, pero puedo darle un abrazo a la señora María todos los viernes y preguntarla que tal le ha ido la semana.
Se que no puedo enseñarle al mundo entero valores, porque ni siquiera pienso que yo los tenga algunos de ellos, pero puedo dedicar una hora de los domingo a intentar dar lo que yo tengo a 20 niños de sexto de primaria y enriquecerme con ellos.
Se que no puedo hacer que todos los días salga el sol o que todos los días sean buenos, pero puedo regalarle una sonrisa, una palabra o un simple abrazo a alguien que no esta pasando su mejor momento.
Se que muchas veces la vida nos regala situaciones difíciles que no sabemos muy bien como afrontar, pero se que muchas veces simplemente con estar al lado del otro, ya estas haciendo mucho por esa persona.
Vivimos en un lugar donde las prisas, el hacer mil cosas, el tener que atender a tantas "necesidades" como tenemos, no nos permite disfrutar de nuestro alrededor, de las personas que nos rodean, de pararnos a pensar en las "necesidades" de los otros, y yo soy la primera incapaz. Pero te digo que si te obligas a sacar un rato seguro que lo encuentras. Una tarde a la semana para poder compartir con otras personas iguales que tu tus preocupaciones, cinco minutos antes de irte a la cama para pensar y recordar el día y todas las personas que te han acompañado en el y quien sabe, a lo mejor te nace agradecer o tener un gesto con alguna de ellas en algún momento por algo concreto, el regalarle tus oídos a una persona que nadie escucha por falta de compresión, tiempo o entendimiento, el proponerte dar los buenos días con una sonrisa a ese compañero de clase que esta mas apagadillo, o el hacerle el café a mama o papa porque sabes que no les va a dar tiempo.

Se que este mundo cada día parece que va a peor, que cada uno vive en una isla y que solo piensa en el, pero se que eso es una impresión mas. Se que hay muchas personas que cada día lo único que hacen es vivir su vida al servicio de los demás, dando lo mejor de ellos y soñando que algún día este mundo vaya mejor. Y esto no quita que esas personas no tengan sus días buenos y sus días malos, ni que haya un día que se encierren en su isla y no puedan salir de ella... Son personas y como tal no son perfectas. 
Pero gracias a todas esas personas, con sus pequeños detalles, a veces que parecen insignificantes, el mundo un día

 llegará a ser mejor.

domingo, 2 de febrero de 2014

Después de estos días solo puedo decir esto: Gracias.

Llegados a este punto solo me queda decir, "y ahora, ¿qué?".
Cuando dejas de creer en el amor, cuando piensas que nada tiene el sentido que tu le estabas dando, cuando sientes que la amistad es algo pasajero y que como todo hoy en día tiene fecha de caducidad, cuando parece que el único lugar donde no molestas a nadie es en el baño, con la taza del váter bajada, y tu sentada sobre ella, cuando sientes que tu lugar, si es que existe, esta muy lejos de donde te encuentras, que hay tantas cosas que cambiar y que hacer, y que eres inútil e incapaz de hacer nada, que eres pequeña para algunas cosas y mayor para otras... acabas cayendo en un pozo oscuro y que parece que no tiene fondo.
Y llegan esos momentos en los que tu sonrisa ha colgado el cartel de "cerrado por vacaciones", que los ojos se inundan con una facilidad increíble, que lo único que te apetece es estar sola y no involucrar a nadie con tus cosas, cuando te creas una barrera infranqueable con el único propósito de pasar desapercibida.
Pues en esos días aparecen personas que te recuerdan que la vida es algo mas que un mal de amores, que un examen o que una asignatura atravesada.
Aparecen personas que les da igual la hora del día, que tienen un bonito gesto contigo. Que les da igual tener un examen al día siguiente, que te consuelan y te intentan animar sobre todas las cosas. Que te demuestran que la vida es eso, caer y volver a levantarse. Que el estudio es importante, pero por aprender no por sacar un 10 en el examen, que si lo sacas, te lo llevas también. Que con una cerveza se pueden ver las cosas diferentes y que a veces lo único que necesitas es un tiempo muerto para saber reaccionar. Que los detalles conquistan personas y que la confianza una vez ganada, hay que trabajarla y cuidarla. Que un abrazo a tiempo puede cambiarlo todo. Que una palabra, en una frase, en la posición indicada marca la diferencia de todo un día. Que la organización es buena, pero que salirse del guion de vez en cuando también sienta bien. Que si hay que enamorarse, que mejor que tres veces a la semana. Que si para mi lo importante esta en la calle, entre las personas, salen a buscarlas conmigo. Que lo que yo llamo molestar, para ellos es alegrar y compartir vida. Que los regalos mas bonitos de la vida no son cosa materiales que solo tengas que tener tu, de hecho, tu puedes ser un bonito regalo para alguien. Que los instantes mas horribles, son igual de pasajeros, que los buenos, y que a demás, nos suelen dejar una lección de regalo. Y que muchas veces los malos momentos son como ese golpe que te das en la rodilla, son momentos que duelen pero que si aprietas fuerte los dientes y piensas "pasa, pasa, pasa", termina pasando. Que salir de nuestro centro a las periferias, es algo arduo, difícil y a veces duro, pero que te demuestra que por muy mal que vaya todo la esperanza nunca se pierde y que la vida esta para vivirla, no para contemplarla.
Y toda esta lista de cosas increíbles, son las que he aprendido estas semanas gracias a las personas tan maravillosas que me rodean. De diferentes lugares, cada una con sus pequeñas manías y sus grandes virtudes, cada uno con su vida y sus realidades pero todos con algo en común, un gran corazón
, lleno de cosas buenas que compartir. 

Y dicho todo esto solo me queda añadir algo, gracias. Muchas gracias a todos.