"Al guerrero de la luz le horrorizan las decisiones importantes.
"Esto es demasiado para ti", dice un amigo. "¡Adelante, sé valiente!" Le dice otro. Y sus dudas aumentan.
Después de algunos días de angustia, él se retira a un rincón de su tienda, en donde acostumbra a sentarse para meditar y orar. Se ve a sí mismo en el futuro. Ve a las personas que serán beneficiadas o perjudicadas por su actitud. No quiere causar sufrimientos inútiles, pero tampoco quiere abandonar el camino.
El guerrero entonces deja que la decisión se manifieste.
Si fuera preciso decir sí, lo dirá con valor. Si es necesario decir no, lo dirá sin cobardía."
Con valor, sin cobardía. Dos formas de tomar una decisión. Yo ahora me veo sin valor y muy cobarde, bueno no se si cobarde o miedica, pero ahí esta.
En estos momentos veo como de repente,mi vida se pone patas arriba. Suceden cosas que no entiendo el por qué, o que no se ubicarlas en un ahora. Es hoy, lunes por la noche cuando me siento falta de valor y llena de miedos.
Las cosas pasan y las decisiones se toman. Unas son mas reversibles que otras. Todas son aplaudidas por personas y criticadas por otras. Pero toda decisión hace que el camino se vaya marcando y afianzando. Toda decisión te regala una lección que marcara tu vida. Unas lecciones se aprender por las buenas, y una gran mayoría por las malas, con la caída. Pero la cosa no queda ahí, después de una caída siempre viene el levantarse, y ese levantarse va a acompañado de alguien que te tiende la mano.
Quizás esto que voy a escribir debería aplicármelo a mi misma y no dejarlo en simples palabras plasmadas en un blog que nadie lee.
Muchas veces en nuestras caídas, por muy solos que nos sintamos, también estamos acompañados.
Por eso, en este momento, esta noche, decido que a pesar de caer, quiero levantarme, quiero decir SI con valor o NO sin cobardía.
Se que para eso tengo que dejar a un lado mi orgullo y mi "yo puedo sola" y aceptar la mano amiga que se tiende hacia mi, la mano del que nunca falla, la mano que siempre está. Esa mano que ha caído conmigo, que se ha puesto a mi altura para levantarse conmigo.
Porque el va desde lo que yo soy ahora a lo que seré mañana.
Y sí, creo que la primera decisión de esta noche es que dejo todo mi yo autosuficiente a un lado, y acepto la mano para levantarme y seguir caminando.