Maldita adolescente. Me repetía una y otra vez mi madre cada vez que intentaba hacer cosas que no debía.
Maldita adolescente. Sí, eso es lo que soy una adolescente.
Cada vez que oímos la palabra adolescente pensamos en cosas malas, en estereotipos perfectos, en recuerdos dolorosos, en ese amor que nunca conseguimos o que si lo hicimos nos costó superar su perdida, en amistades perdidas que deseamos reencontrar, momentos que cambiaron nuestra vida…
Pero en la adolescencia no es todo lo malo que pensamos. En la adolescencia hay días que piensas en tirar la toalla porque parece que todo carece de sentido, pero también hay días en los que estamos tan felices que parece que estamos tocando el cielo con los pies en la tierra.
Hay días en lo sque el chico que te gusta te ignora por completo y te sientes la mas desdichada del
lugar, pero también hay días en los que el te susurra al oído una palabra bonita y te sientes la princesa de una película Disney.

Hay días en los que un problema del tamaño de un grano de arena se te combierte en un mundo, pero también hay días que cualquier gilipollez te dibuja una super sonrisa que no se te borra en todo el dia.
Hay días en los que sientes que estas sola, que nadie te quiere, que nadie te apoya o que eres invisible al resto del mundo, y otros en los que te sientes el centro del mundo de muchas personas.
Hay días que te ves fea, gorda, horrenda, inútil y que cualquier comentario hace que te enfurezcas y termines llorando, pero hay otros días que te sientes guapa, irresistible, capaz de comerte el mundo y en esos momentos te da igual lo demás.
Y es que es la adolescencia. Es sufrir cambias un dia si y otro también, es intentar sacar lo mejor o lo peor de ti, es madurar y hacerte responsable, es seguir a los famosos que salen en la tele y querer ser como ellos, es ir en contra de papa, mama y de los profes.
Pero en el fono esto es crecer u aprender de la vida, de ti, de tus amigos, de tu familia y de toda la gente que esta a tu alrededor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario