domingo, 19 de julio de 2015

Sigo en camino

Hoy escribo intentando poner orden a mi caos. Si bien es cierto que he ido dando pasos hacia ello esta mañana, todavía me encuentro resituándome en el camino. 
Parece que el horizonte aunque parecía perdido sigue brillando a lo lejos, sigue siendo esa meta a la que quiero llegar y que el camino sigue estando con sus piedras, con compañía, quizás no la misma en su totalidad pero si con manos que han ido cuidando y acompañando desde hace tiempo y nuevas que se ofrecen a cuidar y acompañar desde la novedad y ese momento del camino. 
También sigue habiendo bifurcaciones, señales que indican a varios sentidos y un paisaje cambiante, como la climatología que lo acompaña. Lo que es distinto esta vez en este paisaje, soy yo. Yo sigo siendo Carolina, sigo teniendo mis cosas buenas, que poco a poco voy reconociendo, aceptando y queriendo, y mis mierdecillas, mis diferencias o disonancias, que también me hacen especial, en las que tengo que trabajar pero querer de igual manera.
A demás me descubro en el camino con ideas nuevas sobre el mundo, sobre las personas, sobre el servicio y sobre mi mundo. Me descubro buscando respuesta a preguntas casi sin formular, con ganas de aprender mas y mas sobre tantas cosas que desconozco pero que quiero conocer.
En el camino, también encuentro sueños cumplidos, obstáculos que parecían insuperables ya a mi espalda, y en mi mochila las lecciones que al pasarlos he aprendido.  
Y lo mas bonito de revisar mi camino, de echar la vista atrás y comprobar lo avanzado, encuentro algo que me roba una sonrisa y me alegra el corazón, encuentro una lección que ha dejado de ser teórica y la he llevado a mi vida, la he vivido, la vivo cada día aunque muchos de esos días es inconscientemente, cada  paso que he dado me ha acercado más al Padre, me descubro cuidada por Él en mi debilidad, amada cuando menos lo merecía pero mas lo necesitada, afortunada por tantas personas de las que se sirve para acompañar mi camino y sorprendida de la cantidad de espacio que le he cedido de un tiempo a esta parte en mi vida, en mi cotidianidad. 


“El guerrero de la luz se concentra en los pequeños milagros de la vida diaria. Si es capaz de ver lo bello, es porque la trae dentro de si, ya que el mundo es un espejo y devuelve a cada mujer el reflejo de su propio rostro. Aún conociendo sus defectos y limitaciones, el guerrero hace lo posible por mantener el buen humor en los momentos de crisis. Al fin y al cabo, el mundo se está esforzando en ayudarlo, aún cuando todo a su alrededor parezca decir lo contrario.”

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