La palabra es RINDETE. Eso me lo llevo repitiendo tantas veces que he llegado al punto de casi creermelo.

Esa luz eres tu. Si, TÚ eres mi luz. La que esta cuando todo el mundo se ha ido, la que brilla a pesar de que yo tenga los ojos cerrados y no quiera ver nada de mi alrededor, la que ilumina los momentos mas bonitos y los mas feos, y en todos ellos siempre muestra el lado positivo de todas ellas.
Me has enseñado que si el dolor o el fracaso llama a mi puerta no sirve con cerrarla con cerrojos y candados si no que tengo que abrirla y luchar, plantarle cara a mis peores miedos porque unicamente asi sere capaz de vencerlos y que la idea de rendirme desaparezca de mi mente, y si no es asi, por lo menos que se haga mas pequeñita y me deje disfrutar del precioso futuro que aparece por delante.
Finlamente, si lo piensas detenidamente, un triunfo, por muy feo que suenes, es el fracaso al reves.
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