Queridos
abuelos:
Todo
el mundo se pregunta en estos días tan complicados que es lo primero que harán
cuando se acabe el confinamiento y el estado de alerta llegue a su fin, y hay
multitud de respuestas.
Si
os soy sincera, lo primero que pensé la primera vez que me hicieron esta pregunta
fue “ir a tomarme una cerveza a una terraza con mis amigas” y tener claro que
lo voy a hacer y lo voy a disfrutar muchísimo, pero antes de ir a esa terraza
tengo una parada pendiente.
Lo
primero que voy a hacer cuando todo esto acabe es ir a veros, a los tres, y
daros el abrazo que no os di cuando podía.
No
sabéis lo mucho que os echo de menos, y el nudito que se me hace en la garganta
de pensar que a alguno de vosotros os puede pasar algo en estos momentos tan
complicados. Y me da miedo, en primer lugar, porque os pase, pero también por
no poder acompañaros, por no poder daros la mano y deciros que todo saldrá
bien.
También
me puedo aprovechar, como buena nieta primogénita que soy, y a la que voy a
abrazaros me quedo a comer, que no veas como se echan de menos esos macarrones
con chorizo o los huevos fritos con patatas. O la paella de cualquiera de las dos, porque paella en casa es sinónimo de
que comemos todos juntos, y en estos momentos, no estar todos juntos, también se
hace cuesta arriba.
Creo
que todo este tiempo alejada de vosotros por obligación me hace, una vez más, darme
cuenta de lo mucho que os quiero y de lo esenciales que sois en mi vida, aunque
muchas veces los debería, las prisas y la falta de tiempo no me permite estar ahí
para vosotros como os merecéis.
Gracias
por tener la casa abierta siempre, por la capacidad de adaptación a cada situación
que hemos ido viviendo, por la sonrisa de orgullo que me regaláis cada vez que
llego a cumplir un sueño o una meta que yo misma veía lejana.
Gracias
por permanecer siempre, aun en esos momentos en los que ni yo misma estoy.
Gracias
por dejaros cuidar, asumir que con los años los roles cambian y aceptar la
ayuda en cada momento, aunque eso nos haya supuesto un choque de carácter alguna
vez.
Para
mí, sois los tres, cada uno con vuestra forma de ser, ejemplos de superación,
de sacrificio y modelos a seguir. Sois mis referentes y aunque muchas veces no os
lo diga, aprendo de cada uno cada día.
Abuelito,
para mi eres el mejor ejemplo de que si quieres algo, y luchas y trabajas por
ello, no hay quien te pare. Ni persona, ni edad, ni enfermedad, ni baches… es
admirable ver como cada día disfrutas y exprimes el día con todo lo que ello
traiga y siempre, con una sonrisa que ilumina los ojos azules que ninguno de
los nietos hemos heredado. Ojalá tener tu constancia y tu capacidad de
evolucionar con lo que los tiempos nos van trayendo.
Abuela, eres ejemplo de capacidad, de lucha y de sacrificio. Y hoy, estando sola
en casa des hace una semana, más. Has pasado toda tu vida luchando por sacar
adelante todo lo que tenias en tus manos, y siempre lo has hecho, costara lo que
costara. Nunca te has acobardado ante nadie ni ante nada. Y a día de hoy sigues
haciéndolo, luchando a veces contra lo inevitable que trae el paso del tiempo,
pero con la capacidad de saber que de tu mano no va a quedar nada sin hacer por
lograrlo.
Abuelita, tu que ahora estas en tu salsa sin salir de casa, porque es el lugar
donde mas disfrutas de todo, aunque nadie lo entendamos, eres ejemplo de cuidado,
de permanecer, de fe. Si algo admiro de tu persona es tu capacidad de confianza
y la paz que eso mismo te da. Se que siempre estoy protegida por ti, tus
oraciones y toda la fe que depositas en cada uno de nosotros de que vamos a
llegar allí donde queramos.
Abuelo, te fuiste hace mucho, ya 20 años, y no se que seria de ti estando en
casa en estos momentos, seguro que te daría algo no poder ir al bar a tomarte
tu chatito y echar la partida, pero también se que algo te inventarías para
hacer triquiñuelas y conseguir matar el tiempo de la mejor manera posible. No sabes
cuanto te echo de menos. Y de ti he aprendido lo que es superar un duelo que
estaba ahí latente, perdonarme y sonreír cada vez que me acuerdo de ti.
En
definitiva, para mi sois vida y lo único que deseo es que cuando pase todo
esto, que ojalá sea rápido, estéis esperándome con los brazos abiertos para daros
el abrazo que tantas ganas tengo de daros.
Os quiero mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario