sábado, 24 de enero de 2015

Aprendo y comprendo mi pasado con lo que estudio

 “Cuantos pasos dados desde el primero, cuantos pasos quedan antes de dar el último…”
Cuantos momentos llevo a mi espalda en los que sentía que la vida me pedía que me rindiera, en los que yo sentía que no podía mas, en los que no entendía nada, y cuanto sentido tienen ahora.
Gracias a esos momentos soy lo que soy hoy. Gracias a esos momentos tengo la suerte de tener la vida que tengo.
No todo ha sido fácil, de hecho hay cosas que aun mirándolas desde lejos siguen imponiendo, y sigue sorprendiéndome mi propia fuerza y capacidad de superación.
Hoy me toca estudiar, y esta vez no me lo tomo como estudio, sino como oportunidad de adquirir conocimientos, posibilidad de poner nombre técnico a lo vivido, de comprender quien fue mi salvadora, porque no tuvo un final infeliz y porque a día de hoy es parte de mi historia, de esa que me ha dado la capacidad de ser un poco mas fuerte.
Recuerdo esa etapa de mi vida con cariño y ternura. Recuerdo a mi madre dándome lecciones de vida desde pequeña, diciéndome:
“Cariño, de esto en la vida hay mucho, solo que a ti te ha tocado vivirlo antes. Eso te hará fuerte y te hará capaz de luchar por ti y por todo lo que te propongas y quieras.”
Y repito tantas veces la palabra fuerte, la palabra oportunidad, y suerte porque estudiando, leyendo e investigando me doy cuenta de lo poco afortunada que es mucha gente, del porcentaje de personas que recibe consecuencias directas de todas estas situaciones y del pasotismo de la gente que vive alrededor suyo que no ven la situación o la ven y prefieren ignorarla.
Y hoy mas que nunca me sale agradecer todo lo recibido ese tiempo atrás a mis padres, mis grandes apoyos, personas que me enseñaron a creer en que las oportunidades existen en la vida, solo que a veces tardan un poco mas en llegar. Personas que estuvieron conmigo en todo momento, que me apoyaron, me ayudaron y me dieron la oportunidad de superarme y mostrar al mundo lo valiosa que era y sigo siendo. Mis padres. Que grandes son, cuan agradecida estoy y que pocas veces se lo demuestro.
También hay alguien más, mi pequeña y bonita salvadora. Porque hay situaciones que, hoy, después de estudiar comprendo por qué cambian. Por que la solución a veces parece que está cerca siempre, pero que necesita ese momento, ese lugar y esa decisión para que todo lo demás cambie. Un camino que comenzó hace ya unos cuantos veranos, y que ha tenido inviernos fríos, alguno incluso gélido, pero que siempre ha terminado por volver a florecer con la primavera. Que agradecida estoy.
¡Qué bonito que la psicología este en la vida!

¡Qué afortunada soy de estudiar algo que puedo palpar, comprender e incluso vivir. Que me ayuda a entender mi pasado, curarlo y quererlo tal y como fue!

No hay comentarios:

Publicar un comentario