viernes, 2 de mayo de 2014

¿Desde dónde doy?

"Hay más felicidad en dar que en recibir" (Hechos 20,35)

¿Cuantas veces nos han repetido esta frase? ¿Cuantas veces nos la intentamos repetir a nosotros mismos? Y sobre todo, lo que a mi me causa mas inquietud, ¿con quienes queremos llevar a cabo esto? ¿Con mis amigos?  ¿La pareja? ¿Familia? ¿Desconocidos? ¿Necesitados?
A veces necesitamos el encuentro con personas que nosotros mismos no elegimos para darnos cuenta de que la gente nos necesita, de que hacemos falta. 
Quizás no es mi mejor momento para escribir sobre este tema, pero es el que me sale y el que necesito ordenar, y yo para ordenar escribo.
De aquí a un tiempo yo, Carolina, por muy increíble que parezca, era capaz de responder a las frases del principio de la entrada. Durante muchos años en muchos momentos, en catequesis, retiros, pascuas, en misa, en el cole, cogiendo la propia Biblia me había encontrado con esa frase, una frase corta, sencilla y que a mi, personalmente me cambio la vida. 
Sí, yo a día de hoy puedo decir que hay mas felicidad en dar que en recibir y puedo decir que esa felicidad la encuentras dando en tu grupo de amigos, con tu novio si lo tienes, en la familia a pesar de las tiranteces y broncas que se pueden dar en el día a día. Pero donde puedo decir que sí se da y con rotundidad es cuando das a los que no tienen, a los que lo han perdido todo o simplemente por razones de la vida no han podido tener nada. 
Y aunque suene paradójico, como muchas cosas en la vida, cuando das lo que tienes, lo compartes con el que no tiene nada, eres feliz, porque recibes algo que nadie mas te puede dar. Recibes gratitud en forma de mirada, de sonrisa o de un abrazo, recibes una relación nueva con esa persona, una amistad que no es como las demás, es más especial y pura, si eres creyente como yo, recibes a Dios, porque el esta en los mas necesitados. Pero también recibes fe y esperanza, porque si ellos que no tienen nada o que lo han perdido todo, están a tu lado, con una sonrisa y con ganas de seguir viviendo y luchando la vida que les ha tocado, ¿quien eres tu para pensar en rendirte o dejarlo todo?

Y aquí entra mi nueva situación vital, mi nueva pregunta, una que lleva mucho tiempo taladrándome la cabeza y que es difícil sacarla de ahí. En mi vida, en todo lo que hago con ella, ¿cómo se da el encuentro con estas personas? ¿Desde donde se da?

¿Se da desde el EGOÍSMO? Desde el hecho de que pretendo que todas las relaciones giren en torno a mi, que se que aunque la teoría sea que dar te hace mas feliz que recibir, lo único que busco cuando entrego es obtener algo a cambio. Encontrar cierto reconocimiento por parte de las personas que están  en mi día a día por lo que hago
O, ¿se da desde el AMOR? Desde una opción en la cual me nace salir de mi y entregarme a los que realmente me necesitan. Desde el abandonar mi indiferencia hacia la pobreza, hacia lo que a día de hoy se ve "normal" como las chabolas o personas mendigando.Nace del abandonar mis prejuicios y miedos por conocer sus valores, ser capaz de aprender lo que ellos tengan que enseñarme y descubrir esa "riqueza" que los ha convertido en los favoritos de Dios. Y con la opción que tomo a demás decido vivir desde la pobreza o hacerme un poco mas pobre, rechazando ciertos caprichos o dejando que la abundancia no forme parte de mi día a día.


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